En fin…sólo queda esperar que la ley de protección animal funcione, que las incongruencias entre administraciones públicas se erradique y mientras, tanto, seguir en la lucha.
Nacho fue entregado en la perrera y desde que supimos su caso nos preocupaba muchísimo porque, lo estaba pasando realmente mal.
Gracias por vuestra paciencia, vuestro tesón, vuestras ganas y generosidad, gracias por cambiar su vida, por lograr metas a priori inalcanzables, por querer que forme parte de vuestra vida.