Poly, nuestra querida mestiza atigrada que llevaba esperando más de dos años una oportunidad, primero en la perrera y luego en casas de acogida, ha visto por fin su sueño hecho realidad, encontrando esa familia que le dará estabilidad y todo lo que jamás debió faltarle.
Cada una de nuestras casas de acogida es un activo importante. Trabajar en equipo facilita las cosas y la espera del peludo mientras espera a ser adoptado. Sin ellas, todo sería más dificultoso.