Mila era una podenca del refugio Tierra Blanca desde el que hacían un llamamiento para cuidarla tras una operación de tumores mamarios. Una compañera decidió acogerla y por falta de fondos en dicha organización se convirtió en otro caso de S.O.S.PELUDOS.
Tras hacerle diversas pruebas y pensar que estaba perfectamente, pronto se empezó a difundir para tratar de encontrarle un adoptante. Surgió una familia con la que nunca llegamos a contactar, pues su salud de repente cambió. Aquel tumor mamario del que fue operada pasó a ser un carcinoma inflamatorio no operable y se quedó en el seno de la familia de S.O.S.PELUDOS, adoptada, donde pasaría sus últimos (pensábamos entonces) meses de vida.
Todo fue muy rápido, los dos meses de vida que le dieron se convirtieron en 10 días con alguna pequeña prórroga, pero que no resultó, y tuvimos que ayudarla a descansar definitivamente.
Ha sido nuestra primera pérdida como asociación, desde que estamos comprometidos, y estamos desolados. Ella nos enseñó que a parte de su pasado, posiblemente de maltrato, de ser usada como una herramienta, quería confiar nuevamente en el ser humano.
Se adaptó rápidamente a su nuevo hogar, a sus nuevos compañeros de juego, de batallas, de siestas interminables, de cortos y largos paseos. Y nosotros, fue mucho más fácil, nos adaptamos perfectamente a ella.
Llegó tranquila, sumisa,miedosa, sin hacer ruido. Apenas ocupaba pero llenaba espacios, espacios enormes ahora vacíos.
Se fue tranquila, rodeada de amor, de cariño, en paz. Allá donde esté, estará brincando seguro, buscando a ese compi que le de juego y con el que poder hacer alguna cabriola.
Mila, toda la familia de S.O.S.PELUDOS y tus cuidadores, te echamos de menos. Has sido y serás una perra especial.
¡TE QUEREMOS![/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]